La movilidad se encuentra en el centro de un punto de inflexión mundial. Los récords de olas de calor, la inflación y los cambios en la cadena de suministro han acaparado los titulares y alterado la manera en que vivimos.
En este nuevo paradigma, cada vez es más difícil garantizar soluciones de movilidad asequibles y sostenibles. Sin embargo, redoblar la apuesta por los elementos básicos de la movilidad urbana, como un transporte público eficiente o infraestructuras más seguras para peatones y ciclistas, pueden hacer que el centro de las ciudades sigan funcionando.
Madrid y Barcelona: en la zona media-alta de preparación para la movilidad del futuro
En la quinta edición del Urban Mobility Readiness Index, que elabora anualmente Oliver Wyman Forum en colaboración con la Universidad de Berkeley, Madrid y Barcelona se mantienen en los puestos vigésimo y vigésimo cuarto del ranking global de las ciudades mejor preparadas para adaptarse al nuevo panorama de la movilidad urbana, respectivamente.
Ambas ciudades tienen carreteras de alta calidad y bien conectadas, con pocos accidentes, gracias a las inversiones en sistemas de tráfico, educación vial y aplicación de la normativa. Su sólida red multimodal, un transporte público asequible y numerosas zonas sin coches contribuyen a su excelente calidad del aire.
A nivel global, Helsinki y Ámsterdam suben en el ranking respecto a la edición pasada, mientras que ciudades como Londres y Tokio descienden en la clasificación, siendo adelantadas por otras que están acelerando sus esfuerzos para modernizar sus redes de movilidad.
Madrid destaca por su plan de restricciones a los vehículos de combustible fósil y su inversión en tecnología autónoma
En el caso concreto de Madrid, los autores del estudio destacan las inversiones realizadas por la ciudad en vehículos autónomos, así como su implementación de varias líneas de transporte automatizadas como parte de su red de metro. En marzo de 2023, el operador de transporte de Madrid inauguró un almacén automatizado para el mantenimiento de trenes y cuenta con un centro automatizado de control de tráfico y estaciones.
Desde el punto de vista de la movilidad sostenible, el informe pone en valor las iniciativas de la capital para la limpieza del aire, como la transición a los vehículos eléctricos (VE) a través de la inversión en estaciones de carga, una creciente zona de bajas emisiones y otras restricciones a los vehículos de combustible fósil. En marzo de 2023, Madrid anunció una ampliación de su programa de subvenciones a los VE y también informó de que casi la mitad de los vehículos sostenibles matriculados en España lo hacían en la Comunidad de Madrid.
Barcelona apuesta por las formas de transporte de bajas emisiones
Los expertos destacan de Barcelona la buena conexión y asequibilidad de la red de transporte público multimodal, que se complementa con un sistema ferroviario sólido. La ciudad también se beneficia de una red nacional de carreteras que proporciona una fuerte conectividad regional y de un plan nacional de seguridad vial anunciado en 2023.
Además, Barcelona ha ido incrementando la implantación de zonas libres de coches, áreas dedicadas a los peatones para impulsar la movilidad a pie como una de las ciudades más transitadas de Europa. Este programa incluye también 245 kilómetros de carriles bici que hacen la ciudad atractiva para los ciclistas.
Aún con grandes avances, ambas ciudades aún tienen margen de recorrido
Madrid y Barcelona son líderes mundiales en infraestructuras y eficiencia de sistemas, pero van a la zaga de sus homólogas europeas en innovación, existiendo margen de mejora y grandes oportunidades en la forma en la que las dos principales ciudades españolas aprovechan el talento y los recursos locales para impulsar los avances tecnológicos. Asimismo, la baja densidad de estaciones existentes en la ciudad dificultan la movilidad de los usuarios en transporte público, motivo por el cual se prevé construir siete nuevas estaciones de metro de aquí a 2025, lo que debería ayudar a contrarrestar este problema.
Los expertos del informe destacan principalmente cuatro aspectos específicos que ambas ciudades pueden mejorar con el fin de estar mejor preparadas y conseguir una mejor clasificación en el ranking del año que viene:
- Limitar el uso de coches de combustión con la implementación de más zonas libres de coches o limitando los aparcamientos, fomentando en paralelo la adopción del vehículo eléctrico mediante incentivos.
- Fomentar la movilidad compartida como alternativa al coche, desarrollando el transporte público a largo plazo ampliando los servicios de autobús de tránsito rápido o líneas de metro.
- Reducir los tiempos de desplazamiento aumentando la velocidad del transporte público con carriles exclusivos para autobuses.
- Aumentar la densidad de los puntos de recarga de vehículos eléctricos ofreciendo incentivos municipales para estaciones de carga públicas.
Para obtener más información sobre el estudio completo que soporta este artículo, por favor contacte con el equipo de marketing de España y Portugal: OWIberiaReport@oliverwyman.com